jueves, 27 de agosto de 2009

ROBERT SILVERBERG: ALAS NOCTURNAS


Confieso que no soy lectora de ciencia ficción. Soy de las que miraba con cierta altivez a los que leían lo que yo consideraba novelillas de guerras de marcianos y poco más. Pido perdón desde aquí por mi analfabetismo al respecto. Gracias a un acérrimo del género como es Óscar he descubierto que ciencia ficción es también literatura. Es él quien dándome la mano va guiándome a través de escritores y novelas que justo estoy descubriendo. Así que no es de extrañar que comente libros como éste que datan de 1969. Y eso precisamente es un dato muy relevante. Sí, pues tuve que ir a buscar la fecha de la primera edición para darme cuenta de que Silverberg es un avanzado a su época, poco menos que un profeta y un ecologista precoz.

En este libro la Tierra es un planeta en que existen hermandades que reúnen a vigilantes, gobernantes, voladores, peregrinos, memorizadores, etc. Todos ellos tienen una misión precisa. Uno de sus protagonistas es un Vigilante, la otra una voladora llamada Avluela. El retrato de los dos es magnifico, a la vez que conmovedor. Ambos vigilan el cielo para defender la Tierra del invasor. A través de la lectura he visto nuestro planeta en el que ya se plasman todos los temores presentes, los desastres ecológicos, las peores virtudes humanas que corrompen la Tierra, la capacidad de transformación, la metamorfosis y la esperanza de que un futuro mejor es posible, pero que está en manos de cada uno su propio futuro y el del resto.

Una buena novela, bien relatada, profunda, para hacer reflexionar sobre la realidad presente, sobre el futuro de los seres de este planeta que se va rebelando contra lo que en otro momento era una civilización respetuosa con su entorno y más en consonancia con la Tierra.