miércoles, 30 de septiembre de 2009

LITERGATURAS: FALLO DEL CONCURSO AUGUSTO MONTERROSO


- Oye, Bettty, ¿tú has escuchado la conversación de estos dos humanos?
- Claro. Como si fuera posible no oírlos, con lo que gritan ambos.
- Entonces es verdad que el humano macho ha quedado tercero en otro concurso de relatos.
- Sí, uno que se llama… a ver que me acuerde… ¡Ah, sí! Concurso de cuento corto Augusto Monterroso, convocado por la Editorial Voces de Hoy.
- Vaya, ¿y tú ya lo sabías?
- Sí, Mini, lo he visto en Internet. Mira, está en este link:


- Jolín, pues ya lleva cuatro concursos en menos de un año en el que queda entre los primeros.
- Sí, se ve que es muy persistente con eso. No para de enviar relatos a todos lados.
- ¿Y la humana hembra no lo hace?
- ¿Es que no los has oído? No, la humana no los envía y así es como difícil que te reconozcan nada. El humano macho no para de decírselo.
- ¿Y tú crees que lo hará?
- Supongo que sí, al menos a concursos de esos que puedes enviar los textos por correo electrónico, que los otros le dan mucha pereza.
- Bueno, a ver si espabila. Por cierto, y el relato del macho, ¿se va a publicar?
- Pues sí. Dentro de una antología que se llamará “Desde el cielo el cielo no se ve”, de la misma editorial Voces de Hoy, que saldrá en octubre a la venta.
- ¿Octubre? Eso es dentro de nada.
- Dentro, fuera… qué más da. Lo malo es que ahora estará imposible, su ego crecerá varios metros y no parará de hablar sobre su relato, sobre el concurso, sobre el libro y bla, bla, bla.
- Bueno, Betty, pero eso es normal, ¿no?
- Sí, pero el que no es normal es él. Espero que no vendan más de quince ejemplares; si no, no habrá quien lo aguante.

jueves, 24 de septiembre de 2009

AUTOBOMBO II


Siento volver a molestar a nuestros sufridos seguidores y amables lectores con mis modestos éxitos en el mundo de los concursos literarios. Pero acabo de recibir una buena noticia y eso hace que me muestre comunicativo y expansivo. Por la tanto, deseo hacer partícipe a todo aquel al que le interese (y al que no también), que he sido seleccionado como finalista en el Concurso Internacional de Cuento Corto "Augusto Monterroso", convocado por la editorial Voces de Hoy. Todos los finalistas publicarán sus relatos en una antología de la propia editorial que se llamará Desde el CIELO el cielo no se ve. Paralelamente, el 30 de septiembre se hará pública el acta del jurado con el veredicto final sobre el relato ganador del concurso.

¿Que si me gustaría ganar? Pues claro. Pero no peco de falsa modestia si digo que con esta noticia (la de la publicación del relato) ya estoy más que satisfecho y contento. A cualquier persona que escriba le pasaría lo mismo al tener la sensación de que eso que escribes con tanto esfuerzo, hurtando tiempo al tiempo, le gusta a alguien. Hay un poco de ego en ello, sí. Pero humano, o al menos así lo veo.

¡Ah! ¿Que de qué va el relato? Pues se llama Punto de partida, y va sobre un rey de la antiguedad que muere y su alma revive su pasado y... Bueno, hasta aquí puedo leer.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

JONATHAN CARROLL: SOPA DE CRISTALES


El surrealismo es una corriente artística que sobre todo ha sido fructífera en el siglo XX en campos como la pintura (Dalí), el cine (Buñuel), o la poesía (García Lorca), genios todos ellos que gracias a su distorsionada visión de la realidad producían nuevos mundos llenos de referencias cruzadas y delirios con nombre propio.

¿Y en prosa, en narrativa? ¿Hay alguien del que pueda asegurarse que es fecundo y aventajado discípulo de tan excelsos maestros? Después de haber leído tres de sus novelas, me atrevo a decir que éste se llama Jonathan Carroll. Antiguo profesor de literatura afincado en Viena, Carroll se ha especializado en un discurso tragicómico que combina de forma mágica lo habitual con lo sorprendente, lo lógico con lo increíble, lo cotidiano con lo irreal.

En Sopa de cristales, la trama gira alrededor de dos personajes, Vincent Ettrich e Isabelle Neukor, capaces de atravesar la frontera que separa la vida de la muerte, una muerte que recrea con mansa placidez los recuerdos y deseos inalcanzados de cada alma que cruza esa incierta frontera. En esa muerte que es como un lienzo en blanco en que cada espíritu pinta su cuadro a placer, hay hombres de veinte centímetros de altura, pulpos gigantes que conducen autobuses, y un dios que toma la imagen de un gigantesco oso polar.

En el mundo descrito por Carroll, sus atribulados personajes se enfrentan a las fuerzas del Caos, un poder tan sólido y peligroso (o más) que la propia muerte, un insidioso enemigo que lucha por subvertir la ya deformada realidad en busca de la entropía definitiva, del subjetivismo extremo, de la rotura del frágil tejido con el que está confeccionado el paño de esa delicada y delirante realidad. Una realidad que tan sólo puede ser anclada y salvaguardada por el hijo aún no nacido de la pareja de protagonistas principales.

Sorprendente, alocada, trepidante, absurda, cercana, cálida, amenazadora… estos y muchos otros calificativos pueden utilizarse para describir Sopa de cristales, un nuevo hito del autor que sorprendió al mundo con El mar de madera y cuyo distorsionado universo crece exponencialmente a cada nuevo libro, a cada nueva idea. A cada nuevo placer ideado por una de las mentes más lúcidas y heterodoxas de la literatura contemporánea.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

DAN SIMMONS: ILIÓN / OLYMPO


¿Te imaginas que la Guerra de Troya, tal como la narró Homero en La Ilíada, hubiera tomado un rumbo distinto y Aquiles y Héctor hubieran pactado un armisticio para luchar juntos contra los dioses del Olimpo? ¿Qué pasaría si esos dioses fueran en realidad posthumanos inmortales altamente evolucionados y con poderes sobre la materia y la energía cuánticas que han recreado el asedio a la antigua Ilión en un futuro situado a 3.000 años de distancia de nuestro presente? ¿Y si además en los satélites de Júpiter viviera una raza de entes semiorgánicos llamada moravecs desarrollada a partir de una antigua estirpe de androides y robots que deben acudir al rescate del último puñado de auténticos seres humanos de la Tierra, en riesgo de extinción? ¿Y si toda esta trama fuera narrada por un antiguo profesor universitario recreado genéticamente por la diosa Atenea para ejercer de enviado especial al tablero de ajedrez que es realmente ese futuro?

El escritor norteamericano Dan Simmons, auténtico revolucionario del género de ciencia-ficción desde la publicación en 1989 de la desmedida novela Hyperion, nos transporta en los cuatro volúmenes de la edición española del fresco compuesto por Ilión / Olympo a una epopeya narrativa que aúna en amable maridaje el pasado épico y guerrero de las tragedias homéricas con las más modernas teorías científicas y cuánticas. El autor de otras formidables novelas como La caída de Hyperion, la saga de Endymion o, ya en el género de la literatura de terror, clásicos como Los vampiros de la mente, La canción de Cali o El Terror, nos traslada a un nuevo universo que se nutre de clásicos como Homero, Shakespeare, Proust, Keats y otros nombres ilustres e imborrables para fabricar algo sorprendentemente nuevo, espectacular, caleidoscópico, panorámico…

Este antiguo profesor de literatura que es Simmons lo borda una vez más en Ilión / Olympo, y sin ningún género de dudas se reafirma como uno de los más completos renovadores de la Literatura (así, en mayúsculas) de los últimos treinta años. No importa cómo califiquemos sus obras: ciencia-ficción, fantasía, terror… Son etiquetas caducas e insuficientes ante un talento torrencial y desmesurado como pocos ha habido en las últimas décadas. Simmons es una especie en peligro de extinción: un gran escritor, lleno de talento e imaginación, cuyas novelas hacen que te desesperes cuando su final se acerca y los personajes con los que has trabado conocimiento a través de su lectura están a punto de decirte adiós junto al final (siempre inesperado) del libro. Un verdadero gigante, un héroe de la escritura tan invulnerable como el propio Aquiles, tan todopoderoso como el invencible (¿seguro?) Zeus. Un titán entre hombres. Ilión / Olympo: una imperecedera, desde ya, obra maestra.

viernes, 4 de septiembre de 2009

HARUKI MURAKAMI: AL SUR DE LA FRONTERA, AL OESTE DEL SOL


Lo confieso: vivo inmersa en un ataque de Murakamimanía. Sí, desde que lo he descubierto he caído rendida a los pies de sus novelas. Lo conocí a través de Tokio Blues y Kafka en la orilla. Fue durante una ojeada a la lista de libros de una biblioteca cuando di con ellos hará un par de años. Me gustaron muchísimo, pero las musas, el tiempo y las circunstancias no permitieron que volviera a leer nada de él. Vaya una confesión: a veces, cuando algún escritor me gusta tanto, me da cierto miedo seguir leyendo sus novelas y que el mito se derrumbe, así que me quedé con ese gustazo en la boca, como saboreando indefinidamente un buen bocado. Pero puedo asegurar que después de seguir leyéndolo no hay desilusión posible. Todo al contrario: lo que fue un flechazo se está convirtiendo en una sólida historia de amor con un buen argumento.

Al sur de la frontera, al oeste del sol relata la vida de Hajime, un hombre en principio feliz, satisfecho con su vida actual, casado, con dos hijas, dueño de un par de locales de jazz. Pero toda su realidad se tambalea cuando aparece Shimamoto, un gran amiga de la infancia, su amor adolescente, casi infantil. En esta novela se vuelven a distinguir los demonios y los guiños de Murakami, la soledad del adolescente, la búsqueda de su identidad, cierta inadaptación social, el vacio existencial, la vida contemporánea, el suicidio, el amor, la traición, el dolor, etc.

Cuando empecé a leer la novela pensé que resultaba algo trivial tanto por la historia como por su exposición. En fin, que temí que fuese un relato sin sustancia. Pero invito al lector para que llegue hasta el final, pues cuando acabé su lectura vi que Hajime se había metido de soslayo dentro de mí, y sentí en mi piel sus dudas, su sufrimiento, su desesperación, su soledad vital, y sin saber en qué momento, me había abducido. Sí, sucedió que Murakami me transportó desde la sencillez de un relato que me parecía insustancial hasta el más profundo sentido de la existencia de su personaje. Una gran historia, relatada con maestría y sin ningún tipo de ínfulas ni pretensiones. Una nueva joya del collar de piedras semipreciosas que es ya la obra literaria del japonés.