viernes, 1 de abril de 2011

HARUKI MURAKAMI: 1Q84


A algunos seguidores de este blog quizá les resulte sospechosa la profusión de entradas protagonizadas por el célebre escritor japonés. Pero la razón principal de la asiduidad con la que Murakami se asoma a este modesto rincón del ciberespacio es muy sencilla: sus libros me encantan. Hay otro motivo: lo he descubierto hace relativamente poco tiempo y he leído sus novelas en apenas dos años. Y hasta el momento no sólo no me ha defraudado, si no que continúa sorprendiéndome. 1Q84 es su última novela, en realidad un volumen en el que aparecen las dos primeras partes de una trilogía creada al amparo de la memoria de 1984, la tremenda obra de George Orwell que retrataba un futuro totalitario en la que la Historia (así, con mayúsculas) se reescribía continuamente y en el que los sentimientos y emociones humanas quedaban sepultadas por la uniformidad y el colectivismo impersonal.

La trama de la nueva novela de Murakami es bastante más enrevesada: por un lado Aomame es una experta en fisioterapia y artes marciales que también es una fría y despiadada asesina que se dedica a poner fuera de circulación a hombres que maltratan a mujeres y niñas; por otra parte, Tengo es un profesor de matemáticas y escritor que interviene en la redacción final del best seller La crisálida del aire, original de una extraña adolescente disléxica llamada Fukaeri. La relación entre Aomame y Tengo es al principio inexistente, hasta que conforme avanza el libro descubrimos que ambos compartieron colegio en la niñez, y que vivieron a los diez años un curioso y fugaz episodio que les marcó durante el resto de sus vidas.

Pero 1Q84, como no podía ser menos viniendo de quien viene, se va complicando poco a poco. Tanto el uno como el otro descubren lentamente que han pasado a vivir en una suerte de mundo paralelo, un mundo con dos Lunas en el que la raza humana convive con algo llamado la Little People, seres misteriosos que fabrican duplicados de algunos humanos con propósitos poco claros pero aparentemente siniestros. Sin saberlo ni buscarlo, Aomame por un lado, y Tengo y Fukaeri por otro, pasan a militar en el bando que se opone a la Little People, cuya puerta de entrada a ese mundo desencajado es una comunidad religiosa conocida como Vanguardia.

Toda esta trama viaja sobre una estructura narrativa que camina en paralelo pero que no acaba de coincidir sobre el relato (habrá que esperar a la tercera entrega, prevista para este otoño). Y, por supuesto, se ve arropada por los habituales demonios y ángeles del universo literario de Murakami: la soledad, la música, el sexo, el amor, la dominación, la amistad, el peso del pasado… Nada es lo que parece en una novela en el que los protagonistas se ven abocados a interpretar papeles que no buscan, y en el que lo que buscan realmente parece estarles vedado. Aomame, Tengo y Fukaeri han abierto una caja de Pandora que no saben cómo cerrar. Para averiguar quién tiene finalmente la llave tendremos que esperar unos pocos meses.