Kim es una exitosa presentadora de la televisión alemana que está en su mejor momento profesional cuando sucede lo imprevisto: su muerte. Es una muerte ridícula e inesperada, que no desvelaré aquí. Pero esto no es el fin, si no el arranque de la novela, pues Kim se tiene que enfrentar al mal karma acumulado por la vida que ha llevado, alejándose de los que más quería, su marido e hija. Pero al final del túnel está la luz, la que le da la posibilidad de la reencarnación para poder acumular buen karma. Aquí empieza lo más divertido y original de esta novela, pues Kim deberá sufrir una serie de reencarnaciones sorprendentes e inesperadas que le harán reconstruirse.
Magnífica novela que se lee con soltura y agilidad. Te divierte (eso tan difícil de conseguir y que tan pocos autores logran) desde el principio, pues hasta la propia muerte de la protagonista te arranca la sonrisa. Un derroche de fantasía que a la vez te obliga a reflexionar sobre las prioridades de la vida moderna, de la escala de valores por los que optamos en esta vida, y a través de la muerte obliga a que nos enfrentemos con lo que realmente es importante.
Recomiendo su lectura.