lunes, 20 de abril de 2009

PAUL AUSTER: "UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD"


Paul Auster despliega en esta novela dos realidades entroncadas una en la otra. Al principio no sabía bien qué es lo que le sucedía a Owen Brick cuando despierta en el fondo del foso sin saber cómo ha llegado hasta allí. En ese momento yo estaba tan confusa como el propio personaje, lo cual es bueno en cuanto que comulgábamos de la misma sensación personaje y lector. Poco a poco Owen sabrá que ha llegado a unos EEUU completamente diferentes de lo que conoce, de cómo los dejo un rato antes cuando se fue a dormir al lado de su mujer Flora: están en guerra civil, hay estados que se han independizado y otros que están resistiéndose a ello, no han existido los atentados del once de septiembre ni la guerra con Irak. Pero lo peor está por llegar y es la misión que le han encomendado: debe matar a alguien, de forma inevitable, pues en otro caso le espera la muerte segura, pues mata o lo matan, y lo que es peor, a su mujer también. En este punto el desconcierto del personaje es máximo y nos atrapa también su angustia, de la que ya había dosis crecientes caminando a su lado, pero ahora asistimos al dilema de una persona corriente que se ve en la tesitura de asesinar a alguien, un asesinato al se ve impelido y que no sabe cómo evitar.
Por otro lado está el mundo y el personaje de August Brill. Es un escritor y crítico literario que se recupera de un accidente en casa de su hija, y que para superar las noches, para exorcizar la oscuridad, evitar la memoria y el dolor, se cuenta historias a sí mismo hasta que llega la luz, el día. A través de este personaje asistimos a la realidad conocida, por lo menos la que yo mejor conozco: los atentados del once de septiembre han existido, así como la guerra de Irak. A la vez seguimos a August Brill a través de la remembranza de su vida pasada y presente, la añoranza por la esposa muerta, conocemos también la vida de su hija y su nieta con las que comparten casa y que también tienen sus propios demonios. Los tres personajes están unidos más allá de la convivencia, por la soledad, la tristeza, la frustración, las traiciones y, cómo no, por el amor y el ansia de huir.

Resalto especialmente la escena del asesinato en directo de un personaje (no voy a desvelar más) que es retransmitido por televisión, es tan cruento que es difícil de calificar, está tan bien construida la escena que me tuve que saltar líneas pues no soportaba la visión que se me imprimía con la lectura, pero a pesar de eso el desgarro interno fue mayúsculo y me quedé sobrecogida, en una palabra: SUBLIME (en cuanto lo que consigue transmitir Auster). No ahondaré demasiado en el engarce entre las dos historias pues para mí se ha desvelado como el punto más original de toda la novela, el punto de enganche y de admiración hacia Auster, que lo vuelve a hacer, a conseguir la magia en su novela, y que yo, como escritora, me pregunte: ¿cómo se le ocurrió, cómo lo hace? Aunque la idea tampoco es tan complicada, lo difícil, el arte, está en cómo me hace sentir, cómo he avanzando al lado de Owen y he ido tomando conciencia de lo que sucedía al igual que él, y eso lo logran pocos escritores, y algunos sólo consiguen explicar bien una buena historia. Auster va más allá y me transporta a su historia y me convierto en personaje. La novela me ha gustado mucho, pero me ha sucedido que con el paso de los días desde que cerré el libro me ha seguido reverberando y acabando de aposentar en mí, y entonces me he dado cuenta de que me gustaba aún más. Tal vez si hubiera pasado a otro libro inmediatamente no me hubiese dado cuenta de este proceso, es como cuando dejas a macerar algo y toma todo su cuerpo después de días u horas, así me di cuenta del engarce tan perfecto de las dos historias, del lento devenir hacia un mismo punto, al que llegué sin casi enterarme y de decirme que debería volver a leerlo pues temo haberme perdido algo. Puede que la trama, la magia, se descubra enseguida y se pudiera sospechar que la historia pierda interés al desvelarse pronto, pero no es así pues Auster cuida de toda la historia por igual y todos los personajes tienen su papel relevante en cada “realidad”, y por eso mismo cuando conocí el “nexo” no se acabó el interés; al contrario, seguí fascinada para ver cómo lo iba resolviendo y seguí hasta el final con la mismo ansiedad.

Como crítica en negativo podría resaltar (y digo podría, ya que no es imprescindible esta parte, pero no quiero que me llamen fanática de Auster) decir que el escritor tal vez resuelve demasiado bruscamente el final de la realidad de Owen y que me quedó la sensación de que faltaba algo o que yo me había quedado un poco a medias. Es mi sensación, pero el escritor la resuelve como quiere, para eso es el padre de la criatura y todo lo demás son opciones. Desde luego esta novela daría para mucho más, y seguro que se podría convertir en algo más extenso, profundizando más en los personajes y en la historia. Tal vez. Todo es posible, pero también está bien como está. No creo que en esta ni en ninguna novela el lector le deba decir al escritor cómo tiene que hacer su obra, es así, la tomas o la dejas, y siempre es bueno quedarse con hambre de más, o con la ligera frustración de una obra que se acaba antes de que estemos saciados. En resumen, en “Un hombre en la oscuridad” Paul Auster vuelve a ser el escritor que nunca me defrauda, aunque en esta novela consigue volver a sorprenderme, algo que me faltaba en él desde hacía unas cuantas novelas.

3 comentarios:

  1. Por si no teniais Bastante se incorpora otro Oscar (de Dios) a vuestro grupo de lectores.
    Precisamente hoy he empezado un libro de Paul Auster, por eso escribo aquí. "El Palacio de la Luna", sólo llevo 15 páginas, pero por ahora tiene muy buena pinta.

    Saludos!

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  2. Precisamente es eso lo que me gusta de Paul Auster. Aunque siempre le invaden los mismos demonios, consigue involucrarme totalmente en la historia. Totalmente de acuerdo con tu comentario.

    Núria

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  3. Ah!, Por cierto, el otro día fui a Carrefour a comprar comida... y salí con 6 libros. Entre ellos, La noche del oráculo. ¿Lo has leído? ¿Puedes darme tu opinión?

    Núria

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